El agrocompostaje además de ser una vía alternativa para el tratamiento de biorresiduos, ofrece ventajas a los agricultores que lo ponen en práctica.

Una de estas virtudes es la posibilidad de optar a una renta complementaria. La mayor parte de los agricultores que están cambiando el modelo de producción en post de lo orgánico no cuentan con suficiente superficie de cultivo. La realidad es que hay una concentración de la propiedad y el uso de la tierra en grandes fincas para agricultura de exportación y los pequeños productores que abastecen a las ciudades y podrían contribuir a consolidar un sistema de soberanía alimentaria no pueden competir por precio con productores a gran escala. El agrocompostaje es una manera de  percibir ingresos asumiendo la gestión de biorresiduos que habitualmente pasa por grandes plantas centralizadas. Cuando el agricultor o agricultora  decide tratar en su finca/huerta residuos orgánicos la administración le compensa económicamente por la labor social y medioambiental, pero también porque de otro modo esa gestión la llevarían a cabo grandes empresas especializadas que cobran por ello. De esta manera se contribuye al tratamiento descentralizado de los residuos y  se devuelve el beneficio a la tierra en forma de compost.

¿Pero qué pasa si el agricultor

recibe grandes cantidades de biorresiduo?

 

Hay distintos métodos para afrontar volúmenes mayúsculos, uno de ellos es mecanizar el proceso, contar con maquinaria que facilite las labores de volteo. Pero hay situaciones en las que adquirir maquinaria pesada no es una opción, en  ese caso dividir la materia en varios montones pequeños facilitará la gestión. Desde el Grupo Operativo asesoramos a agricultores y fincas con la posibilidad de agrocompostar y marcamos en 50 el número de toneladas que puede gestionarse manualmente, a partir de esa cifra es recomendable contar con ayuda mecánica, en primer lugar porque hay que cuidar el capital humano en cuerpo y mente, pero también por cuestiones de eficiencia.

Sea cual sea el método de volteo y manipulación de la materia orgánica, es importante NO ABANDONAR el compost, removerlo habitualmente y cuidar los niveles de humedad. Si no se oxigena las bacterias no pueden trabajar, la materia orgánica se pudre generando olores desagradables y encharcamientos, además de la ya famosa generación de gas metano.

El objetivo del grupo operativo es asesorar y formar a aquellos agricultores y agricultoras que quieran pasar a formar parte de esta red agrocompostadora percibiendo por ello una renta complementaria y con la seguridad de estar devolviendo a la tierra lo que ella lleva siglos ofreciéndonos a nosotros: vida. 

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